domingo, 3 de junio de 2012

El nacimiento del malabarismo moderno



 A principios del siglo XVII los malabaristas eran vistos con recelo, y la verdad es que no sin razón, pues solían ser vagabundos y granujas, auténticos tramposos buscavidas.
Pero las aldeas comienzan a crecer, y poco a poco terminan transformándose en grandes ciudades, cada día más grandes. 
La actividades lúdicas toman más importancia y el hacer malabarista pasa a ser, por derecho propio, un arte reconocido. Esta expansión, que avanzará inexorablemente, termina culminando en los circos, los cuales ofrecen números malabaristas, a menudo de muy alto nivel.

Los juegos que presentan Bobby May, Francis Brunn . son realmente     asombrosos.
Debemos mencionar a Carl Rappo (1800-1854), sin duda el primer gran malabarista, además fue el profesor de Karl Johann Schäffer, otro gran malabarista. 
Karl Johann Schäffer, tuvo dos hijos: Severus Schäffer y Sylvester Schäffer, los cuales al igual que su padre fueron virtuosos malabaristas.
Ya decíamos anteriormente que los japoneses fabricaban las bolas con hilo, en otras partes del mundo las bolas se hacían de cuero y se rellenaban con arena, plumas o trapos. También era frecuente encontrar bolas de madera o de metal. 
A mediados de 1.800 es descubierta una sustancia en el lejano oriente, la Gotapercha, la cual comienza a ser introducida en la fabricación de las pelotas.
Más adelante aparecería el caucho y finalmente se terminarían fabricando pelotas rellenas de aire.


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